lunes, 1 de abril de 2013

Israel quiere definirse como "estado nacional del pueblo judío" a pesar de la población árabe


El nuevo gobierno de Israel planea aprobar una controversial ley para una nueva definición del país como un "estado nacional del pueblo judío", a pesar de la presencia de 1,5 millones de árabes dentro de sus fronteras.

La medida es probable que sea denunciada como un debilitamiento de los principios democráticos de Isarel, mientras que genera acusaciones de discriminación oficial contra los árabes, que constituyen alrededor del 20% de la población.

La legislación que se propone es en virtud de un acuerdo entre el bloque derechista Likud Beiteinu, (que es una alianza entre el partido del primer ministro Benjamin Netanyahu y el partido Yisrael Beiteinu),  y el partido ultranacionalista Jewish Home Party, que formarán parte de una nueva coalición de gobierno junto con dos partidos centristas.

Será consagrado en la Leyes Fundamentales de Israel o Ley Básica de Israel, que es el equivalente de la constitución en el país, y así establecer que el Estado de Israel es un Estado nacional de pueblo judío.

"Esta legislación no será vista como democrática por normas universales" dijo Tamar Hermann, investigador senior en el instituto de Democracia de Israel. "Las personas que abogan por esta ley, les diré que los ciudadanos no judíos tienen los derechos desde el punto de vista individual, y esto es una ley judía".

Un proyecto de ley similar presentado en el 2011 por Avi Dichter, ex jefe del Shin Bet, la agencia nacional de inteligencia de Israel, fue dejada de lado en medio de un escándalo por las disposiciones que se incluyen el hebreo como idioma oficial, privando el árabe de su mismo rango.

También se define estrictamente las banderas del país, emblemas e himno nacional, mientras se requiere al estado el promover los asentamientos judíos en todas las áreas. Tal requisito no se aplica a otros grupos.

Los defensores argumentaron que tenían por objetivo impedir a Israel convertirse en un estado bi-macional. Los críticos respondieron que se prioriza la identidad judía de Israel delante de sus valores democráticos.

En un mensaje aleccionador para el presidente Barack OBama antes de su llegada a Israel el miércoles,la alianza judía de Likud Beiteinu, no hizo mención de las conversaciones de paz con los palestinos.

El partido Jewish Home y su líder Naftali Bennett se opone a un estado palestino y en su lugar favorece la anexión de grandes partes de Cisjordania.

El nuevo gobierno que tomará posesión en una ceremonia el lunes en la Knesset, el parlamento de Israel, que también incluye a dos partidos en favor de la reanudación de las conversaciones Yesh Atid y Hatnua, dirigido por la ex ministra de Exteriores, Tzipi Livni.

Pero sus directrices oficiales no mencionan la "solución de dos estados" propugnada por los Estados Unidos y los países de la UE, entre ellos Gran Bretaña. En su lugar, se afirma: "Israel buscará un acuerdo de paz con los palestinos con el objetivo de llegar a un acuerdo diplomático".

Se confirmó el domingo que Moshe Yaalon, ex jefe del Ejército de gabinete que apoya una línea dura contra los palestinos, que se convertirá en ministro de Defensa en sustitución de Ehud Barak.

Yaalon de 62 años, es un firme defensor de los colonos judíos en Cisjordania, ya ha pedido cautela sobre la posibilidad de atacar las instalaciones nucleares de Irán, en contraste con la postura más dura adoptada por Netanyahu.

The Telegraph

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