viernes, 31 de octubre de 2014

Los ilegales que intentan llegar a Gran Bretaña han convertido la ciudad de Calais en una jungla sin ley, dice Marine Le Pen

Los inmigrantes ilegales que hacen las ofertas desesperadas para llegar a Gran Bretaña han convertido el puerto de Calais en una "jungla" fuera de la ley, de acuerdo con el líder de la extrema derecha francesa.

Marine Le Pen aprovechó la escalada de las tensiones en la ciudad llamando para la reintroducción con urgencia de los controles fronterizos internos que se han desterrado en gran parte dentro de Europa.

La líder del partido anti-inmigrante Frente Nacional hizo estas declaraciones durante una visita a la ciudad portuaria del norte, donde la policía antidisturbios utilizó gases lacrimógenos esta semana para evitar que cientos de inmigrantes que intentaran saltar a camiones con destino a Gran Bretaña.


Le Pen denunció lo que describió como el "escándalo fenomenal" en un pueblo dejado a su suerte frente a un aumento en el número de inmigrantes ilegales que buscan llegar a través del Canal

"Es el momento de emprender la guerra contra este fenómeno" dijo Le Pen, cuyo partido ganó el 14 por ciento de los votos en las elecciones de ayuntamiento Calais el pasado mes de marzo.

Alrededor de 2.300 inmigrantes, muchos de ellos procedentes de África, están vagando por las calles y durmiendo en campamentos improvisados ​​en los alrededores de Calais a la espera de intentar el tramo final de su intento de llegar a Gran Bretaña, de acuerdo con estimaciones de la oficina del prefecto local.

El número era de 1.500 hace apenas unos meses.

La policía, que tuvieron que hacer uso del gas lacrimógeno para contener a las hordas de inmigrantes en varias ocasiones esta semana, mantiene decenas de partidarios y opositores de Le Pen aparte como el líder del Frente Nacional llegó a la ciudad, con algunas escaramuzas menores reportadas.

"El imperio de la ley ya no tiene el dominio en Calais. Ahora no es más que una jungla donde la violencia y la supervivencia es la más apto para el reinado", dijo Le Pen.



El puerto ha sido durante mucho tiempo un imán para los inmigrantes ilegales que intentan llegar a Gran Bretaña, donde creen que tienen más posibilidades de encontrar trabajo.

Gran Bretaña no es uno de los 26 estados europeos que han suprimido las fronteras interiores en virtud del acuerdo de Schengen.

En septiembre, los gobiernos franceses y británicos anunciaron que el diseño del puerto de Calais sería cambiado para que sea más fácil de llevar a cabo los controles y mejorar el flujo de tráfico, con las barreras puestas a lo largo de la carretera de circunvalación que conduce a la zona del puerto.

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve también ha prometido un centro de día que será inaugurado para atender a los cientos de inmigrantes ilegales que deambulan por las calles y viven en campamentos improvisados ​​o sentadillas.

Denis Robin, prefecto de la región de Pas-de-Calais, dijo que el centro debe estar abierto en noviembre, pero que las autoridades estaban decididos a asegurar que no se convertiría en un campamento residencial masivo de la clase que estaba a cargo de la Cruz Roja - el Sangatte campamento - antes el ex presidente Nicolas Sarkozy ordenó la cerró en el año 2002 a petición de Gran Bretaña.

Daily Mail

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